Menu
Log in


Spanish Editors Association

Professional editors of Spanish texts for the United States

  • Home
  • Blog
  • Historia del español y su gramática

Historia del español y su gramática

6 Oct 2021 2:46 PM | Romina Marazzato Sparano (Administrator)

Por Romina Marazzato Sparano

English AbstractA brief history of Spanish and the study of its grammar: From Nebrija’s anchoring of the language (Spain, 1492) to the creation of Real Academia Española (Spain, 1713), to Bello’s PanAmerican voice (Venezuela and Chile, 1847) to today’s collaborative Nueva Gramática de la Lengua Española, which has welcome contributions from accross the Spanish-speaking world, including the US. This summary view of the transformations of Spanish was created as a contextual anchor for posts in the blog rescatedelesp.com, and is published here with permission to contribute to clear communication and elegant writing and editing for our members and the clients they serve. 

La gramática y su estudio

panini

La palabra “gramática” se refiere tanto a las normas que rigen la producción y comprensión del idioma, como a su estudio. Entendida como conjunto de reglas y principios que gobiernan el uso de una lengua concreta, ¡la gramática es tan antigua como la más antigua de las lenguas!


En tanto estudio de las reglas, tiene una historia milenaria. Las gramáticas más antiguas que se conocen provienen de la antigua India, y tratan de las reglas del idioma sánscrito. El gramático indio más reconocido fue Panini, cuya obra, escrita en el siglo IV AEC, ¡estableció conceptos aún utilizados hoy en día! En el mundo occidental, la gramática surgió como disciplina en Grecia, con varios autores, entre ellos Aristarco de Samotracia, quien la bautizó “el arte de las letras”. En la Antigua Roma, la gramática latina se desarrolló con base en los preceptos griegos, y se convirtió en uno de los pilares de la enseñanza de las artes de la elocuencia, con la retórica y la dialéctica (impartidas junto a las artes de los números).

El nacimiento del español

A lo largo de la Edad Media, diversos factores contribuyeron al surgimiento de lenguas romances (también denominadas románicas o neolatinas), entre ellas, el español. La estricta prescripción gramatical del latín clásico —ya diferenciado del latín vulgar o popular— y las nuevas condiciones geopolíticas de un imperio fragmentado fomentaron una fractura lingüística que, paulatinamente, dio origen a lenguas vernáculas heterogéneas (específicas de cada región), aunque interrelacionadas.

En España, donde coexistían diversas lenguas romances —como el gallego, el castellano, el catalán, el leonés y el asturiano— comenzó a fines del siglo XI un proceso de reunificación lingüística gracias a la difusión del español como la lengua de los cantares de gesta (que servían de ejemplo e inspiración, lo mismo que las historias de los superhéroes de hoy). Durante el reinado de Alfonso X de Castilla y León, el español adquirió estatus oficial, ya que el rey hizo redactar directamente en castellano o traducir a éste, y no al latín, como hasta entonces, todos los documentos oficiales.

Junto al ascenso político de las nuevas lenguas, surgió la necesidad de estudiarlas en derecho propio. El sevillano Antonio de Nebrija fue el primer estudioso de lenguas romances en comprender la importancia de asentar por escrito la gramática de las nuevas lenguas. Así, en 1492, publicó en Salamanca su Gramática de la lengua castellana, que no sólo es el primer tratado de gramática de la lengua española, sino también el primer tratado impreso de una lengua romance. En el prólogo a la Reina Isabel la Católica, indica:

Cuando bien conmigo pienso, muy esclarecida reina: […] y pongo delante de los ojos todas las cosas que para nuestra recordación y memoria quedaron escritas, una cosa hallo y saco por conclusión muy cierta: que siempre la lengua [latina] fue compañera del imperio [romano]; y de tal manera lo siguió, que juntamente comenzaron, crecieron, y florecieron, y después junta fue la caída de entrambos […] Y porque mi pensamiento y voluntad siempre fue engrandecer las cosas de nuestra nación, y dar a los hombres de mi lengua obras en que mejor puedan emplear su ocio […], acordé ante todas las otras cosas asentar el arte de este nuestro lenguaje castellano, para que lo que de ahora en adelante en él se escribiere pueda quedar en un estilo, y extenderse en toda la duración de los tiempos que están por venir, como vemos que se ha hecho en la lengua griega y latina, las cuales por haber sido estudiadas en su arte, aunque sobre ellas han pasado muchos siglos, todavía perduran en su uniformidad.

(Nebrija, 1492. Gramática.
Adaptación del español antiguo, hecha por la autora)

 gramanebrija2

Ese mismo año, Cristóbal Colón recibió la autorización de los Reyes Católicos para buscar nuevas rutas mercantiles a las Indias por el Atlántico. España, como muchos reinos anteriores, buscaba expandir su poder. Durante esta expansión, el descubrimiento y posterior conquista de un nuevo continente propiciaron la difusión del castellano como lengua franca.

Sin embargo, el largo proceso de castellanización iniciado por los conquistadores fue mucho más lento que la expansión geopolítica y religiosa. Como consecuencia de la concesión papal de tierras al reino de España, en tanto vicario del dios católico, se consideró a los indígenas súbditos de la corona, a quienes había que "cristianizar y cobrar impuestos". (Sin duda es ésta una perspectiva superada conceptualmente, que hoy en día luchamos por superar emocional y socialmente no a través de la mera tolerancia sino de la celebración de la diversidad y de la revaloración del legado de los primeros soberanos de las tierras americanas.)  

La tarea de comunicación, eminentemente lingüística, recayó sobre los misioneros, quienes en gran medida abogaron por el uso de las lenguas nativas, y se abocaron al desarrollo de materiales pedagógicos, como gramáticas y glosarios bilingües. En un principio, fueron los españoles quienes adoptaron el bilingüismo para provecho económico y religioso, no sin la ayuda de un grupo invaluable de hablantes nativos de las lenguas aborígenes, que se convirtieron en hábiles intérpretes aunque eran a menudo producto de la esclavitud o el mestizaje no por elección. Sin embargo, la comunicación con grupos lingüísticos tan diversos era muy dificultosa. En pos de paliar esta situación sin dejar de “respetar” el uso de idiomas nativos, en 1570, el rey Felipe II decretó el náhuatl como lengua oficial de Virreinato de la Nueva España (creado en 1535). Esta imposición resultó insostenible, ya que se trataba de una lengua extranjera tanto para los españoles como para muchos pueblos nativos. En 1696, el rey Carlos II estableció el español como único idioma oficial del virreinato.  De esta manera, el español se convirtió en la primera lengua europea moderna en enseñarse masivamente como segundo idioma.

El español de las Américas

El español de los criollos, hispanohablantes nativos nacidos en América, era, para finales del siglo XVII, una versión del español peninsular con características propias. El español criollo se había desarrollado con base en la fonética meridional andaluza (con el seseo y la caída de las consonantes finales como en /usté/), la inclusión de indigenismos (como maíz, maní, huracán y chocolate) y la sintaxis sevillana (que incorporó el uso de usted/ustedes en detrimento del vos/vosotros) [i].

De cara a una nueva realidad lingüística transcontinental, en 1713 se fundó en España la Real Academia Española, “para cultivar y fijar en el modo posible la pureza y elegancia de la lengua castellana” mediante la creación de un diccionario, “el más copioso que pudiere hacerse”.

gramabello

Durante más de un siglo, el español americano ocupó un lugar sumiso frente al peninsular, hasta que en 1847 el estudioso venezolano Andrés Bello escribió su Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Entendiendo que “cada lengua tiene su genio, su fisonomía, sus giros”, Bello se abocó a la tarea de darle al español americano su identidad innovadora basándose en la observación.

No he querido […] apoyarme en autoridades, porque para mí la sola irrecusable en lo tocante a una lengua es la lengua misma. […] El adelantamiento prodigioso de todas las ciencias y las artes, la difusión de la cultura intelectual y las revoluciones políticas, piden cada día nuevos signos para expresar ideas nuevas.

(Bello, 1847, Gramática)

Bello no pretendía “escribir para los castellanos” (refiriéndose a los españoles de la península), pero sí apuntaba a la unificación de la lengua en las nacientes naciones americanas, retomando la idea de Nebrija de evitar la fragmentación lingüística (sobre todo desde el punto de vista sintáctico) por ser signo de debilitamiento cultural y político. En el Prólogo de su Gramática explicó su animosidad a los cambios sintácticos:

[…] el mayor mal de todos, y el que, si no se ataja, va a privarnos de las inapreciables ventajas de un lenguaje común, es la avenida de neologismos de construcción, que inunda y enturbia mucha parte de lo que se escribe en América, y alterando la estructura del idioma, tiende a convertirlo en una multitud de dialectos irregulares, licenciosos, bárbaros; embriones de idiomas futuros, que durante una larga elaboración reproducirían en América lo que fue la Europa en el tenebroso período de la corrupción del latín. Chile, el Perú, Buenos Aires, México, hablarían cada uno su lengua, o por mejor decir, varias lenguas, como sucede en España, Italia y Francia.

En pos de la unidad del idioma y, más específicamente, de la homogeneización de la sintaxis, Bello usó como modelo el español de la “gente educada”, que por tener acceso a una educación formal compartía la lengua aun estando en regiones muy alejadas, lo que promovía la comprensión.

Se prefiere este uso porque es el más uniforme en las varias provincias y pueblos que hablan una misma lengua, y por lo tanto el que hace que más fácil y generalmente se entienda lo que se dice; al paso que las palabras y frases propias de la gente ignorante varían mucho de unos pueblos y provincias a otros, y no son fácilmente entendidas fuera de aquel estrecho recinto en que las usa el vulgo.

(Bello, “Nociones preliminares”, Gramática, 1847)

La concientización sobre el español americano llevó hacia fines del siglo XIX a la creación de academias nacionales del idioma, la primera de las cuales fue la Academia Colombiana de la Lengua, fundada en 1871. Hoy en día existen 23 academias de la lengua (en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela). Las 23 academias colaboran en la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), que fue fundada en 1951 a instancias del entonces Presidente de México, Miguel Alemán Valdés, a fin de trabajar en pos de la unidad del idioma como patrimonio cultural.

El español panhispánico

nuevagram

A principios del siglo XXI, casi un siglo después de la última gramática publicada por la Real Academia en 1931, ASALE reunió a estudiosos de todo el mundo hispanohablante para crear la primera gramática panhispánica consensuada. Colaboraron en la nueva gramática más de un centenar de estudiosos con el objetivo de describir las construcciones gramaticales propias del español en general, y al mismo tiempo dar cuenta de las variantes fonológicas, morfológicas y sintácticas propias de las diversas zonas. En 2009, se presentó oficialmente, bajo el lema “la gramática que somos”, la Nueva gramática de la lengua española. La obra cuenta con tres tomos sobre morfología, sintaxis y fonética y fonología, así como un DVD de voces del español con fines didácticos, que recoge la diversidad del idioma “en boca de hablantes de todas las áreas lingüísticas”.

Según un reciente estudio realizado con base en datos recogidos en mensajes de Twitter, se puede decir que siguen existiendo tres grandes regiones hispanohablantes, que reflejan en parte los patrones de asentamiento colonial, y muestran divergencias internas propias a cada región. La península ibérica constituye el conglomerado original, la región centroamericana del Caribe, junto a México y Perú, conforman el segundo conglomerado, y, finalmente, el Cono Sur constituye el conglomerado más joven. A esto debemos quizás hoy agregar el crisol de dialectos en el que se ha convertido Estados Unidos, donde confluyen hablantes de las tres regiones anteriores.

Hoy en día hay unos 500 millones de hispanohablantes en el mundo. ¡El español es la una de las lenguas más habladas en el mundo como lengua materna![ii] El español es además uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas[iii]. Más de 400 millones de hispanohablantes habitan países donde el español es la lengua oficial (por declaración o adopción en las instituciones gubernamentales), y unos 75 millones habitan en países donde el español no es reconocido como lengua oficial (como en Estados Unidos o Brasil). De la totalidad de hablantes de la lengua española, 90 por ciento reside en países americanos, de Argentina y Chile a Canadá y Estados Unidos.

En Estados Unidos, el español es la segunda lengua materna del país, con casi 40 millones de hablantes[iv]. Sin embargo, muchos de ellos no han tenido acceso al tipo de educación a la que se refirió Bello, y han adquirido su idioma sólo en forma oral y sin instrucción formal. Otro aspecto del español estadounidense es que existe una gran diversidad dialectal, poco estudiada.

A pesar de que el español no es un idioma oficial en Estados Unidos, muchos organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas hacen traducir o redactar gran cantidad de documentos al español[v]. Lamentablemente, no siempre esos textos están en manos de profesionales capacitados. ¡Es esto lo que queremos evitar! Debemos reconocer también el trabajo incansable que muchos y muy buenos redactores, traductores y correctores han brindado en los diversos ámbitos mencionados, y la colaboración que se está forjando entre el gobierno y la Academia Norteamericana de la Lengua, especialmente en lo referente consultas sobre el sitio web GobiernoUSA.gov.

Nuestro granito de arena

Con este blog, es nuestro deseo dar acceso en forma práctica a los hispanohablantes estadounidenses a nociones de gramática y escritura tendientes a la comunicación eficaz. Queremos ayudar a transmitir un mensaje claro, en el que el escritor diga realmente lo que quiere decir, sin los malentendidos ni la confusión que llevan a aclaraciones, afrentas y altercados innecesarios.  Queremos cumplir con el deseo de Nebrija de escribir correctamente para nosotros y para nuestro porvenir, teniendo en cuenta nuestras circunstancias.  Nuestro objetivo es contribuir a comunicarnos mejor a través de la escritura para fortalecer el eslabón de identidad que constituye nuestro idioma.

[i] Derivado de “vuestra merced”. Una consecuencia importante del reajuste pronominal fue la diferenciación regional entre zonas con tuteo (uso de tú) y zonas con voseo (uso de vos) para la forma familiar de segunda persona del singular en América, y la distinción con España en la segunda persona del plural (en América se usa “ustedes” tanto formal como informalmente, mientras que España se distingue entre “ustedes” y “vosotros”).

[ii] El libro de datos de la Agencia Central de Inteligencia considera al español como segunda lengua materna del mundo, detrás del chino mandarín, y delante del inglés, aunque el inglés es la lengua franca moderna con la mayor cantidad de hablantes como segunda lengua.

[iii] Los cinco restantes son, en orden alfabético árabe, chino, francés, inglés y ruso.

[iv] Según una investigación del Pew Research Center del año 2013.

[v] Una tendencia que se inició con la promulgación de la Ley de Derechos Civiles en 1964 (que promueve la traducción de información destinada a los ciudadanos y residentes del país, en reconocimiento de las necesidades de las minorías).

Bibliografía

BELLO, Andrés. 1847. Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Edición digital a partir de Obras completas. Tomo Cuarto, 3ªed., Caracas, La Casa de Bello, 1995. http://www.cervantesvirtual.com/portales/andres_bello/obra-visor-din/gramatica-gramatica-de-la-lengua-castellana-destinada-al-uso-de-los-americanos–0/html/ff6ef310-82b1-11df-acc7-002185ce6064_44.html. Consulta del 27/2/16.

BRAVO, Eva. “Rasgos de procedencia andaluza en la variedad americana”. Español de América. http://www.xn--espaoldeamerica-1qb.com/rasgos-de-procedencia-andaluza-en-la-variedad-americana/. Consulta del 27/2/16.

CIFUENTES, Bárbara. 1998. Letras sobre voces: multilingüismo a través de la historia. México. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social e Instituto Nacional Indigenista.

DE NEBRIJA, Antonio. 1492. Gramática de la lengua castellana. http://www.filos.unam.mx/LICENCIATURA/Pagina_FyF_2004/ introduccion/Gramatica_Nebrija.pdf. Consulta del 3/5/16.

Estatutos de la Real Academia Española. Estatutos_1715.pdf. http://www.rae.es/la-institucion/organizacion/estatutos. Consulta del 3/7/16.

FRAGO GRACIA, Jose Antonio. Historia del español de América. Madrid, Gredos.

GONÇALVES, Bruno y SÁNCHEZ, David. “Crowdsourcing Dialect Characterization through Twitter”. PlosONE. http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0112074. 19 de noviembre de 2014. Consulta del 3/5/16.

GONZALEZ-BARRERA, Ana y HUGO LOPEZ, Mark. “Spanish is the most spoken non‑English language in U.S. homes, even among non-Hispanics.” http://www.pewresearch.org/fact-tank/2013/08/13/spanish-is-the-most-spoken-non-english-language-in-u-s-homes-even-among-non-hispanics/. 13 de agosto 2013. Consulta del 3/10/16.

Languages. The World Factbook. Central Intelligence Agency. https://www.cia.gov/Library/publications/the-world-factbook/fields/2098.html. S.f. Consulta del 2/10/16.

MARIMÓN LLORCA, Carmen. “El español en América: de la conquista a la Época Colonial”. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-espaol-en-amrica-de-la-conquista-a-la-poca-colonial-0/html/00f4b922-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html. S.f. Consulta del 2/14/16.

KRAMER, Samuel Noah. (1988). History Begins at Sumer: Thirty-Nine Firsts in Recorded History. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania Press. (3ra ed.)


Spanish Editors Association. All rights reserved.


Powered by Wild Apricot Membership Software